Resumen semanal de ‘Amar es para siempre’: La confesión de Fran

  • Qué pasó en el último episodio de Amar es para siempre: Unidos contra todo.
  • Qué pasó en los capítulos anteriores de Amar es para siempre: Los García, hundidos.
  • Nuevos rostros en Amar es para siempre.

    Sonia, por fin, se dio cuenta de que la marcha de Medina era definitiva y se desahogó otorgándole un lugar destacado en las páginas de su diario. Además, la directora de Flechazos pretendía usar la boda de Belinda y Claudio para recuperar a su “compañero de trabajo”. Todo parecía bien planeado, pero la estrategia de Sonia no empezó con buen pie. Medina seguía marcando distancias y, por tanto, echando por tierra los intentos de la psicóloga.

    Por otro lado, Penélope estaba decidida a dejar su puesto de trabajo en el colegio, pero Ismael la convenció para que no lo hiciera. En Garlo, Coral animó a Fran a valorar a Paloma. Este, consciente de que la única manera de no perder a su novia era haciéndola partícipe de su vida, compartió con ella la verdad sobre su hija perdida. A su vez, Uriarte tomó posesión de la juguetería. Por su parte, convencida de que podía dar con Fausto, Carmen le pidió a Quintero que investigase quién estaba detrás de la Juguetera Carrousel.

    Cristina aceptó la invitación de Tony para salir

    Emilio trataba de superar la muerte de su madre como solo él sabe hacer: a través de la comedia y con un monólogo que dejó a todos los vecinos pasmados. Paralelamente, Claudio y Belinda se convirtieron en inesperados cupidos de sus hijos, aunque, para ello, tuvieran que boicotear su propia boda. De hecho, el radiante novio reprendió a Medina por no involucrarse en la preparación de su boda, algo inusual en él.

    El engaño de Quintero a las Benis tenía sus horas contadas. Las dos amigas volvieron a casa de Quintero, para felicidad del abogado, aunque ellas no estaban muy contentas con el control que su amigo ejerce sobre ellas. Benigna y Visi dieron con una película para convertirse en reinas de la radio, mientras el negocio de venta de aceite a domicilio de Sebas seguía sin despegar.

    Cristina no encontraba impedimento para aceptar la invitación de Tony, cuando su gran amiga Penélope recibió un duro golpe: su madre había fallecido. La maestra estaba dispuesta a marcharse al entierro de su madre a pesar de que no estas en las mejores condiciones de conducir durante horas. Sin pretenderlo, encontró al chófer que necesitaba: Ismael.



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