The Row o el lujo de no seguir las tendencias

El desfile en el metro de Tom Ford, el increíble festival afroamericano de los 70 de Tommy Hilfiger en un teatro en pleno Brooklyn con 1.000 invitados o la increíble carpa transparente sobre los jardines del Battery Park de Carolina Herrera son el despliegue creativo habitual de cada Semana de la Moda. Los enclaves más originales de Nueva York quedan reservados dos veces al año para que las firmas presenten sus nuevas colecciones, cargadas de novedades y alguna que otra sorpresa.

Mientras tanto, y ajeno a todo ese hervidero de locura creativa, el estudio de The Row ubicado en la exclusiva Greenwich Street sigue su propio ritmo. Uno pausado de personalidad propia. En un espacio desnudo en colores neutros se presenta cada temporada la nueva colección diseñada por las gemelas Olsen. Un espacio que se queda como es y que no sufre alteración ninguna el día que se celebra el desfile. Las modelos salen representando el espíritu relajado que tiene la marca y cada nueva colección es el mismo recital de minimalismo, de prendas en blanco y negro con un toque vanguardista.

https://www.instagram.com/p/B2Obi0HgxJ_/

A post shared by ???_???????_???????_ (@the_bearded_blogger_) on

La de la primavera que viene tiene exactamente los mismos ingredientes: conjuntos de camisetas holgadas y pantalones, abrigos de diseño exquisito, trajes de chaqueta con un plus y camisas de silueta oversize. Todo ello en un riguroso blanco y negro. Una colección que podría ser considerada de básicos perfectamente ejecutada y que ha demostrado encarnar el verdadero lujo. The Row es una marca reservada a mujeres con tanto gusto como poder adquisitivo porque, quién si no podría permitirse adquirir cada temporada el excelente y más caro fondo de armario.

https://www.instagram.com/p/B2ORAL2gjax/

A post shared by The WOW Magazine (@thewowmag) on

Entre las prendas que podría encontrar ya mismo esta temporada en portales de lujo como Net-a-porter.com, están un jersey de cashmere negro o blanco de 1.200 euros, un abrigo de lana clásico en color marfil que supera los 8.000 euros o un vestido sencillo de crepe del mismo tono por poco más de 1.000.

Una exclusividad que no solo encontramos en los elevados precios sino también en el deliberado desprecio por todo lo que tenga que ver con las tendencias. Mientras que el resto del mundo se desvive por hacerse con el último bolso cuajado de logos o por llevar la prenda de moda, las clientas de The Row viven en su propia burbuja de cashmere, algodón orgánico y cuero teñidos exclusivamente en blanco y negro. Sus colecciones y sus desfiles viven al margen de la dictadura de Instagram. No hay puestas en escena rimbombantes, ni carteles de neón bajo los que fotografiarse, las influencers de turno y los hashtags brillan por su ausencia.

https://www.instagram.com/p/B2MySNABtfK/

A post shared by olsen oracle (@olsenoracle) on

A través de su marca accedes a la propia filosofía de vida de las gemelas Olsen: discreción, misterio y un estilo propio envidiable. Al fin y al cabo, ¿hay mayor lujo que ser fiel a una misma y hacer lo que te dé la gana?

Fuente: Leer Artículo Completo

Noticias de estilo de vida