La Reina Letizia cumple 47 años consolidada como una de las monarcas preferidas de los medios de moda internacionales. Sus looks siempre son alabados por ellos y pocas veces ha errado en sus elecciones estilísticas. Tras el anuncio de su compromiso con don Felipe de Borbón, el entonces Príncipe de Asturias, el 1 de noviembre de 2003, los novios hicieron su primera aparición pública dos días después en los jardines de la residencia oficial de Felipe con un look que ya fue analizado por los medios. La futura reina eligió un look del estilo al que ya le conocíamos como presentadora de los informativos de TVE y con el que acertó al sentirse cómoda en esta primera aparición tan importante.

Su segunda aparición pública fue el día 6 de noviembre cuando se realizó la pedida de mano para la que eligió el famoso traje de chaqueta blanco de Armani con cuello chimenea que la firma italiana agotó en sus tiendas españolas a los pocos días.

Desde entonces, todos los focos se posaron sobre ella y cada aparición suya no pasaba desapercibida. La reina ha ido perfilando sus looks fiel a su estilo de siempre, pero sin duda, ha ido a mejor.

Durante los primeros años doña Letizia se esforzó mucho por no ser criticada y es posible que pecara en exceso de clasicismo en sus estilismos, sobre todo en los actos públicos de gala en los que se echaba años encima con ellos.

Para los actos de día seguía apostando por los trajes de chaqueta, que se convirtieron en su uniforme de trabajo.

Sin embargo, según iba cogiendo confianza en su nuevo rol, la Reina fue introduciendo pequeños cambios en los que se alejó de ese clasicismo y fue imprimiendo su propio estilo a la rigurosa etiqueta que su responsabilidad le marcaba.

Fue dejando a un lado los rígidos trajes de chaqueta y fue apostando por vestidos más favorecedores que marcaban su figura y con largo a la rodilla. También fue introduciendo blusas con faldas con vuelo o pantalones holgados para compromisos de día de su agenda oficial y hemos podido verla looks más casuales para momentos de su vida personal como llevar a sus hijas al colegio o las recientes visitas al Rey Juan Carlos en el hospital.

Aunque su diseñador de cabecera ha sido durante muchos años Felipe Varela, en los últimos tiempo doña Letizia ha ido probando firmas y marcas nuevas. Entre sus favoritos están Carolina Herrera y Hugo Boss, pero en todos estos años también ha apostado fuerte por diseñadores y marcas españolas como Del Pozo, Adolfo Domínguez o Lorenzo Caprile.

Sin embargo, no todo lo que a la moda española le gustaría porque es cierto que tira más de firmas internacionales que de las patrias en sus viajes oficiales, por ejemplo, lo que sería una promoción impagable para nuestra industria textil.

Pero sin duda, uno de los grandes aciertos de la Reina Letizia es apostar también por las marcas a las que todos podemos acceder como Zara, Massimo Dutti o Mango, que no duda en utilizar en muchos de sus compromisos.

De hecho, es muy aplaudida cuando elige prendas de marcas asequibles y es posible que gustaría mucho que lo hiciera más todavía sin cabe. Otro de sus valores estilísticos es que no tiene ningún problema en repetir looks, lo que nos indica que no es una mujer que apuesta por no malgastar en ropa y si tiene prendas que le gustan, no duda en volver a ponérselas varias veces en público.

Respecto a los colores está claro que la Reina apuesta por toda la paleta de color, aunque sin duda, sus colores fetiche son el rojo y el blanco. Y es que varios de sus looks inolvidables han sido con esos colores: el día de su pedida, el de la coronación de Felipe como rey de España o la boda de Federico y Mary de Dinamarca, que fue su primer enlace real al que asistió con el mítico vestido rojo de de Lorenzo Caprile que todos tenemos en la memoria, por citar algunos looks memorables.

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