Blas Cantó: “Me enoja mucho la gente que no sabe pedir disculpas”
Su pasión es la música y eso se nota cuando hablas con él cinco minutos. Sigue siendo ese chico sensible, cercano y con mil planes en la cabeza, porque Blas Cantó no para ni un minuto, siempre tiene alguna idea rondándole en la cabeza que tarde o temprano termina materializando. Y es que como él mismo reconoce, tiene que aprender a desconectar.
Aunque en su caso, resulta ‘complicado’. Como el título de su primer álbum, todo un exitazo con el que ha conquistado el mercado musical y ha cumplido uno de sus grandes sueños. Pero estemurciano, de 27 años, tiene grandes planes en mente. Por ello, después de un año espectacular con su ‘Complicado’, el cantante ha decidido lanzar una reedición de este primer disco pero con algunas sorpresas.
Por lo pronto, incluye tres temas nuevos, dos duetos y unas canciones que adquieren ahora una nueva dimensión. Sin embargo, mantiene su esencia, la misma con la que se ha metido al público en el bolsillo y se ha convertido en uno de los cantantes con más proyección del momento. Y lo mejor de todo, Blas sigue siendo el mismo de siempre.
¿Te esperabas que fuera a ir tan bien el disco?
¡Qué va! Eso nunca te lo esperas. Durante el proceso prefiero centrarme en lo que estoy haciendo y no pensar más allá.
No has parado de girar este verano. ¿Cómo has llevado estar sin vacaciones?
Como siempre (risas). Hace mucho que no tenía, pero este año me he cogido diez días. Es importante descansar. No todo puede ser dar conciertos, cantar y que te paguen. Yo nunca he sentido que cantar sea un trabajo, yo lo necesito, es mi manera de comunicarme. Entiendo que es necesario que se convierta en un ‘business’, pero los que trabajan conmigo saben que para mí es algo muy espiritual. Ahora me he dado cuenta que necesito dedicar tiempo a mi familia.
«No desconecto ni cuando duermo, por tengo bruxismo»
¿Y esa necesidad es algo que has aprendido con el tiempo?
Sí, con la madurez. Cuando eres joven no te importa nada, cantas en cualquier lado y todos te dicen que tienes que aprovechar el tirón. ¿Pero qué significa eso? La mejor época te puede llegar cuando tienes 50 años.
El próximo otoño empiezas una gira por teatros.
Sí, creo que es importante estar cerca de la gente. La verdad es que yo siempre ando maquinando, dándole vueltas a los siguientes pasos que voy a dar. También voy a publicar un libro, ¿sabes?
¿Una autobiografía?
Sí, pero no de manera cronológica. De hecho, empiezo contando lo que sentí cuando Auryn se acabó. Aclaro muchas cosas, he sido muy libre y me he quitado muchas espinas. No es un libro de autoayuda, pero espero que pueda inspirar a alguien que empiece en este mundo, porque no es nada fácil.
¿Y cómo ha sido ese proceso de escribir?
Pues lo he pasado bien, no ha sido nada traumático, me ha desahogado mucho.
Tu carrera ha cogido mucha velocidad. ¿Te da vértigo?
Al revés, me dan ganas. Siempre estoy pensando en el futuro, me gusta imaginarme cosas.
«Envidio a Luis Miguel, a Raphael, a Carlos Rivera…»
¿Y cómo te gustaría verte?
Pues me imagino con una banda gigante. Envidio a Luis Miguel, a Raphael, a Carlos Rivera…
¿Por qué?
Porque me encantaría poder cantar de esa manera tan elegante, me emociona ver la pasión que le ponen. Ya he cumplido uno de mis sueños: tener un público muy amplio. He pasado muchos años escuchando que cantaba sólo a niñas, que me parece un comentario de lo más machista. Ahora me alegra ver que en mis conciertos hay familias enteras.
¿Cómo consigues desconectar?
No desconecto ni cuando duermo, porque tengo bruxismo. Me gusta ir la cine, escuchar música y me encanta hacer planes. Ahora tengo la necesidad de vivir sin que me conozca nadie.
Pero siempre has llevado bien la fama, ¿no?
Sí, la gente es muy cariñosa, pero es verdad que cuando estoy en familia he empezado a decir que no me hago fotos en determinados momentos. Creo que lo digo de forma muy respetuosa y hasta les doy abrazos porque me siento fatal. La gente lo entiende, no se enfada.
¿Y qué es lo que te hace enfadar a ti?
No soporto a los pelotas. Tratar a la gente según su estatus social me pone de los nervios. ¿Por qué no saludas a esa persona que está limpiando el hotel y sí al famoso que te encuentras en el pasillo? Eso lo he visto yo hacer a compañeras de profesión.
Estás en una profesión muy complicada. ¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos?
Lo que más me gusta es poder hacerlo, dedicar mi pasión a algo que merece la pena. ¿Lo peor? Que a veces es agotador. Me da pena que ese cansancio me haga a veces contestar mal o estar irascible con mi equipo. Luego lloro porque me doy cuenta y me pasa factura. Esa parte de mí me gustaría trabajármela.
¿Pides perdón rápido?
Sí. De hecho, me enoja mucho la gente que no sabe disculparse.
Eres un chico muy sensible. ¿Se sufre más siendo así?
No, es peor ser frío, tragarse los problemas es malísimo. No me creo al que va de duro. ¡Que me hagan daño las cosas! Ser sensible te hace ser libre.
Este ajetreo de vida, ¿es compatible con formar una familia?
Sí. En un futuro me gustaría, aunque no soy demasiado paciente con los niños (risas). Ay, es una responsabilidad tan grande y más como está el mundo ahora… Ya se verá.
Bueno, eres muy joven.
No te creas. Mi madre me tuvo a mí cuando tenía 19 años y yo ya tengo 27.
Después de ‘Tu cara me suena’, ¿volverías a la tele?
Me gustan mucho los programas musicales. Es una televisión muy sana, muy bonita. Pero la tele está hecha para otra clase de personas, con más morro que yo. Me gusta cocinar y me han llamado de ‘Masterchef’, pero creo que, de momento, no me veo.
Anda, eres un cocinillas, ¿cuál es tu plato estrella?
Hago muchas cosas. Las lentejas me salen muy ricas, gazpachos, cremas, pasteles, bizcochos borrachos… ¡Y sangría!
¿Sueños por cumplir?
Me gusta la idea de poder colaborar con gente, aunque soy muy vergonzoso para pedir duetos.
Fuente: Leer Artículo Completo