El objetivo de un cutis perfecto es, para todas aquellas que tenemos la piel grasa, una tarea compleja. No salimos de esa búsqueda constante, de esa labor detectivesca que nos lleve a la crema hidratante perfecta, que no nos deje la tez tirante en su afán de controlar el exceso de sebo, pero que tampoco propicie la aparición de acné. Eso sí, cuando damos con una que cumple estas características, le prometemos fidelidad absoluta, y eso es lo que me ha sucedido a mí con esta maravilla de Naobay que llevo varios meses usando… ¡Estoy a punto de comprar el segundo tarrito!

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Desde el primer momento supe que la Crema ligera oxigenante de Naobay (de su línea Detox) iba a ser perfecta para mí. En primer lugar, por su textura, que es suave y ligera y se absorbe rápidamente, dejando la piel sumamente suave y nutrida pero sin brillos. En segundo lugar, por una lista de ingredientes que incluye alguno de mis aliados de cabecera para combatir los granitos, como el aceite de jojoba, el de pepita de uva (que además es súper antioxidante y combate el envejecimiento) o el de té verde. Además, la mezcla se completa con aloe vera, (ideal para calmar y suavizar), extractos de frambuesa y salvia, (que evitan la pérdida de agua,) gingko biloba (para dar un buen chute de energía) y… ¡aceite de almendras dulces! Reconozco que este último ingredientes me hizo dudar mucho, pues lo utilizo habitualmente para hidratar el cuerpo, pero para el rostro me parece excesivamente graso. Pues bien, en esta fórmula, funciona de maravilla. Ni rastro de acné y el rostro está hidratado al máximo. 

Crema ligera oxigenante de Naobay.© Cortesía de Naobay/Vita33

Lo cierto es que estoy a punto de repetir, porque tras varios meses de uso ya está casi completamente agotada y ya no imagino mi rutina cosmética sin ella. Estoy segura de que, en cuanto la pruebes, te va a suceder lo mismo. 

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