Cuando pensamos en el cuidado de la piel, lo primero que se viene a nuestra mente son siempre cremas (o serums e incluso mascarillas), puede que tratamientos faciales de cabina. Por supuesto, también sabemos que una dieta equilibrada y repleta de frutas y verduras es básica para un rostro resplandeciente. 

Sin embargo, existen nutricosméticos e incluso suplementos que pueden llegar a sorprendernos. Y es que el efecto de una crema sobre la piel, se ve y se nota casi inmediatamente, pero no es así cuando la cuidamos desde el interior. Sin embargo, tengo que admitir que flipé al empezar a tomar cápsulas de aceite de onagra por orden de mi médico para regular la regla y el dolor menstrual. En la vida había tan buena piel: suave, hidratada, luminosa… ¿Magia?

© Carola de Armas

No es magia es pura ciencia: el aceite de onagra contiene altas cantidades de ácidos grasos esenciales (AGE) que actúan en nuestro cuerpo con efecto antiinflamatorio. Por eso, se recomienda "en el tratamiento de las molestias asociadas al síndrome premenstrual, cuyo beneficio se explica por el aporte de precursores de prostaglandinas," aclaran los expertos de Arkopharma.

Sin embargo, este aceite que se puede consumir líquido o en cápsulas tuvo después de semanas de uso un efecto espectacular en mi piel: sin ningún otro cambio en mi rutina facial o mi alimentación, sentía la piel más hidratada, más suave y, visiblemente más luminosa.

© Cortesía de Arkopharma

"Las propiedades del aceite de Onagra para el cuidado de la piel, prevención de su envejecimiento y tratamiento de alteraciones dérmicas son sobradamente conocidas. Las conclusiones de numerosos ensayos clínicos poneen en evidencia los efectos beneficiosos de este aceite administrado por vía oral y tópica en el tratamiento de diversas alteraciones dérmicas," detallan desde Arkopharma.

La combinación ideal viene formada por una buena limpieza, protección solar, hidratación diaria, una alimentación adecuada y un extra (siempre bajo supervisión de médico o farmacéutico) para darle a tu piel ESE brillo y suavidad que nos hacen oir día sí y día también: "¿qué haces para tener tan buena cara?"

Fuente: Leer Artículo Completo