Reaparece Sheikha Mozah, la glamourosa exjequesa de Qatar que en su país solo viste de negro
Sheikha Mozah es una de las mujeres más elegantes y glamourosas del planeta; una las mayores consumidoras de alta costura del mundo. Detrás del fondo catarí dueño de Balmain y Valentino, la exjequesa de Qatar, una de las tres esposas (la única con actividad pública) del exemir Hamad bin Jalifa Al Thani,miembro de una de las familias reales más poderosas y adineradas luce figura y espectaculares diseños allá donde va. Con pantalón y una impresionante blusa acaba de visitar la Universidad Georgetown en Washington.
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Con un increíble vestido azul estuvo hace unos años en Londres.
Impresionante de fucsia conoció a Carla Bruni en París cuando la cantante aún era la ‘primera dama’.
De blanco -un color que le encanta y que le sienta increíblemente bien- deslumbró en Madrid en 2011 junto a la reina doña Sofía -aún no era emérita-.
Pero cuando la exjequesa vuelve a Qatar viste de negro, como marcan las normas de su país. Con túnica negra, abaya, y pañuelo, hiyab, del mismo color aunque con la cara siempre descubierta en un país en el que está muy extendido el uso del velo integral. Ella solo cubre su cabeza, pero lo hace siempre. Dentro y fuera de Qatar. Tiene, de hecho, una espléndida colección de turbantes de todos los colores con los que viaja al extranjero combinándolos de las formas más inesperadas. “Mi estilo tiene que ser algo que respete la tradición y que a la vez sea moderno y práctico”, dijo a The Financial Times.
Este viernes Mozah, defensora de la educación universal, ha reaparecido en Doha en una de las pruebas del Mundial de Atletismo que se celebra en la capital catarí. Y, cómo no, ha vestido como marcan los cánones del país con la mayor renta mundial per cápita del planeta: de negro de pies a cabeza.
Junto a su hijo, el jeque Joaan bin Hamad Al Thani, presidente del Comité Olímpico de Qatar, y otros miembros de su familia, ha presenciado una de las citas deportivas, un aperitivo de lo que será el Mundial de Fútbol de 2022 que también irá a Qatar. Porque el emir, Tamim bin Hamad al-Thani, el segundo de los siete hijos que Mozah tiene con el exmonarca, es un apasionado del deporte y un entusiasta del fútbol tan poderoso -se le estima una fortuna de 1800 millones de euros- como para comprarse el Paris Saint Germain, patrocinar el Barça y decidir que en su país se celebrará el próximo mundial. Y quiere unas Olimpiadas.
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